La Maldicion

La rosa de botes en su palacio

La flor amarilla la saluda

Se dedican a amarse estos amantes

Se dedican a pelear por una caricia

Somos parte de los que oímos

Cada día una historia

Somos parte de los que escuchamos

Al corazón reír a deshoras

Escuchaste el clamor de la sonrisa

¿Perdiste todo mal ayer?

¿Se nos puede confundir con autistas?

¿Somos los que de verdad no ahogamos al artista?

Mire el camino andando por ahí

Disculpe a una vieja gorda

Que me hizo detener

Se llamaba Destino

Más yo seguí mi camino

Supuse el reír de mis llagas,

De un camino lleno de alas

Por donde debía volar

Y siempre llegar a mi gran lugar

Mi arcoris de azúcar

Mi sueño, mi fantasía

Mi cielo, mi alegoría

Estoy preocupado por el día de mañana

Mas no en el presente esta mi cama

Mi verso te ayuda

Mi deseo clama por oírte

Y siempre recites estas frases

Cuando muera en la lejanía

Deseo de ser ir más allá

Deseo de robarle los sueños a un escritor

Deseo de ser como Adolfo Bécquer

Y reírme de la belleza como Amado Nervo

Y soy solo yo,

Y me uno más nunca al misterio

De Edgard Alan Poe

Y soy otro tonto ya

Que se entrega a las agujas del reloj

Miseria entre las llagas,

Al escuchar una vez más

Que es esta la maldición de los poetas

Una soledad, un destino

Un don, un poder divino

Al final hallare

Y podré ser feliz

Con una nueva musa

Mas allá donde las alas

Que se cortan

No llevan en realidad a un purgatorio

Solo estaríamos rendidos todavía

Solo estamos siendo objetivos

El viento ya me reclama

Y me despido del deseo

Soy solo pan y migas

En la tierra de mi destino

Metáfora, soneto

Mis instrumentos de perdición

Mis deseos que me llevan

A donde mas no esta la mariposa

Sino solo el amor