La butaca vacia
Mira cuanto han cambiado los tiempos, estamos en el vórtice del cambio rotundo, ansiando mejorar cosas, reparar daños y a pesar de todo seguir mas adelante de los que nos dicen, de lo que tu mismo propones lograr, de lo que a veces se te olvida y dejas tapado bajo una sabana, tus sueños, que han estado acompañándote cada día junto a la presencia de Dios, y es cosa de ti, alimentarlo, mimarlo y ver como florece ante ti en la nueva primavera. Suena fácil decirlo, cuando ya has llegado tan lejos, a veces tiendes a olvidar el motivo por el que viniste a parar aquí lentamente aparece ante ti, algo o alguien que te lo recuerda y el motivo por el cual continuar se debe tornar mucho mas fuerte y con una sonrisa por bandera, te arrimas nuevamente al camino con mas ganas de cumplir otra promesa, conocer nuevas sonrisas y quizás calmar mas tristezas de gente que con el tiempo se ira haciendo importante, sin desmerecer también a aquellas que durante todo tu viaje han estado, y aquellos que se han bajado buena suerte, ya los veremos mas adelante quizás es cosa de releer tu libro para darte cuenta de esos minúsculos detalles
En un momento importante de mi vida, mire el mismo teatro donde conocí miles de historias de amor y aventuras en mi niñez, mire el mismo teatro, donde cerré varias etapas para comenzar algunas nuevas, que me trajeron hasta aquí mire ese mismo teatro, esa misma fila, y en particular entre todas las butacas que allí le seguían estaba esa justa butaca, y no había nadie sentado en ella. Por un momento me defraude de mi mismo, recordé la razón de porque esa butaca estaba vacía, y la razón y el error que cometí delante de esa persona que debía estar ahí y como una ráfaga de luz estelar que viene desde el cielo, recordé y una sonrisa inesperada recorrió mi rostro en felicidad, y por dentro de mi algunas lagrimas; siempre recuerdo la razón de esa butaca vacía, siempre recuerdo porque ya no esta esa persona que debía estar ahí, pero después también recordé, que ahora esta mejor, que ahora tiene algo mejor, y seguirá así, con tristezas, alegrías confusiones, lamentaciones y un millar de sentimientos que en un tiempo fueron por mi causa, mi sonrisa se debía a que ya no veía una butaca vacía, sino veía el recuerdo y en mi imaginación como seria verla sentada justo ahí, sonriéndome, hubiera sido algo muy bonito, y así como recordé que esta mejor ahora, su imagen desde la butaca se desvaneció porque no extrañe que estuviera ahí extrañe el tiempo pasado en el que eramos felices, y así le sucedió a mi pensamiento decir, que no la extraño realmente, extraño su presencia y los sentimientos que me causaba, seria estúpido decir, que todo termino, porque cuando una lagrima recorre una mejilla, limpia las tristezas y las amarguras que causo se van.
El amor permanece petrificado para cuando vuelva a aparecer delante de ti esa sonrisa que cautivó tu ser, ya no existen butacas vacías ni sentimientos encontrados, porque lo que yo perdí sin duda fue lo mejor hasta ahora, y lo que yo gane, me lleva de viaje a un nuevo lugar, y sea como sea, por la razón que sea, sigue pendiente una mirada y quizás también, una sonrisa...
Salud por las butacas vacías!

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