Después ya no hay nada
Después de la frialdad de los tiempos, de las condenas a muerte que vimos en la televisión, de mis propias condenas, de las suyas y de las que vendrán; aún queda un camino de migajas que seguir, aún queda un poco de cordura y algo más de locura para los que siguen sonriendo y confían en el padre de los cielos
Después que venga a lamentar por haber perdido, después de que te lamentes por haber perdido, vendrá la lluvia a mojar nuestro rostros, seremos fieles a la ternura y quizás mañana sigamos una senda nueva con los mismos signos que se marcan en las nubes. Alza la vista al cielo, admira la creación y que te vuelvan las alas para llegar hasta el; yo de el no podré enseñarte, podré mostrarte donde esta y que hace, pero no es mi deber presentártelo pues ya tu, le conoces bien
Después ya llegarán las dudas, después que sea tarde. Mil y un oraciones para alabarle y mil y un maleficios para invocar al mal. Vivimos sesgados entre el cielo y el infierno, ya vienen y van ángeles y demonios acusando a la humanidad de incompetentes y quizás tengan razón, pero somos humanos y no podremos saberlo de verdad, sólo cree y bendice que si maldices, ya voltearás el rostro y sabrás que no fue para nada bueno.
Dale a tu corazón algo de música y un poco de amor, se emborrachará y bailará desnudo de felicidad, que espectáculo más loco verás, pero ... Será un recuento de algo que anticipara a tu propia mente
Después que venga a lamentar por haber perdido, después de que te lamentes por haber perdido, vendrá la lluvia a mojar nuestro rostros, seremos fieles a la ternura y quizás mañana sigamos una senda nueva con los mismos signos que se marcan en las nubes. Alza la vista al cielo, admira la creación y que te vuelvan las alas para llegar hasta el; yo de el no podré enseñarte, podré mostrarte donde esta y que hace, pero no es mi deber presentártelo pues ya tu, le conoces bien
Después ya llegarán las dudas, después que sea tarde. Mil y un oraciones para alabarle y mil y un maleficios para invocar al mal. Vivimos sesgados entre el cielo y el infierno, ya vienen y van ángeles y demonios acusando a la humanidad de incompetentes y quizás tengan razón, pero somos humanos y no podremos saberlo de verdad, sólo cree y bendice que si maldices, ya voltearás el rostro y sabrás que no fue para nada bueno.
Dale a tu corazón algo de música y un poco de amor, se emborrachará y bailará desnudo de felicidad, que espectáculo más loco verás, pero ... Será un recuento de algo que anticipara a tu propia mente
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