Historia de una historia
El tiempo, sucedáneo de la vida, extirpador de lamentos y melancólico amigo en las horas de la tristeza. Quien sólo como el pudiera hacer de unos sentimientos, llagas en la mente y ambiguas cicatrices en el alma.
Por su causa hoy me pongo a relatar, lo que en estas horas donde sólo el aparece, un recuerdo que se ha congelado para la posteridad. Un leve encuentro, en una hora muy parecida a esta, cuando el sol acaecía en las montañas, cuando su presencia aparecía delante de mi, hace 365 días atrás.
Quien hubiese imaginado que aquel acontecimiento tan fugaz, tan repentino, tan propio de la humanidad, tan sencillo, pero a la vez tan romántico, sería el garbillaste que en la presente mantenga despierto a este poeta.Quien imaginaria que unos labios pequeños y finos, serían el dulce néctar que atormenta a los dioses, y alimenta a otros desdichados de la vida, como el que os escribe.
Imaginar es sólo un paso para vivir lo que acontece, aparecerá tarde o temprano lo que tenía que ocurrir. Ese beso, ese particular gesto de nuestras almas uniendose, marcaría el único indicio que necesitaríamos para subsistir a la vida por lo que quedaría entre dos humanos imperfectos.
Un beso fue el que inició todo, un beso y el amigo tiempo darían las pautas que dirigían nuestros pasos a la felicidad y a la aventura del amar, más como siempre pude ser cruel el tiempo, nos invaden las dudas, la arrogancia y la oscuridad. Soñé que iba en un bote, a rescatar a una sirena que se ahogaba enredada en una red de pesca, me lanzaba hacia el mar y con mis manos desnudas, cortaba las sogas y le rescataba
Habrá sido un marinero o un capitán en ese bote? La habre salvado por mera curiosidad o por el sentimiento del amor que me aparecía al instante ?
El tiempo y su fugaz venida, un beso y su particular indicio, el amor y su derrota, la vida y una sonrisa; sencillas cosas que en sencillez no se nota y que a veces nos mantienen despiertos en las noches

Comentarios