Te quiero bien

Te quiero bien, no te quiero enamorada de mi destino ni de mi fe ni de mis miedos y mi agonía, pretendo olvidar que soñé un momento contigo pues así te quiero bien. Desnuda tu alma entre los miedos que posees, y en los oscuros pilares firmaremos en la agonía que el placer fue justo, que el deseo muere y que los vientos del cambio parecer ser mejores que nosotros mismos. No deje de alimentarme porque apareciste, no deje de que dejaras de alimentarte porque te perdiste, no deje de alimentar al desvalido mientras tu callabas y mirabas el horizonte lejos como si fuera un cielo y tu no llevaras alas, no pretendía olvidar que una sonrisa perpetua olvido su incandescencia y tu mientras tanto poseías la llave y no cerrabas la puerta para que no entrara mas dolor.

Te quiero bien, no te quiero aferrada a mi cuello con tus brazos mirándome con pasión, adulterio o amor pasional, pretendo olvidar que mi corazón es un tintero y que mis lapices se los regale a aquella doncella para ir mas aya de donde podíamos estar. Escribir mas sonetos y mas dichas para ella es la ternura de un beso, la frontera que se escribe por si sola y que nunca podrá ver y nacer entre mas lagrimas, porque ella es hermosa, ella siente ella vive y ella sueña con melancolías que necesitaría curar a su tiempo. Sin querer es musa, es bella y entre su belleza que a sido demacrada por el silencio, por un dolor, por una agonía de un amor perdido, por una desilusión aparente que se desvanece, deberá salir adelante, pues no hay camino que arrolle a los camiones, no hay camino que arrolle a los caminantes, nosotros arrollamos al camino y lo dejamos medio muerto para transitar con total languidez y facilidad.

Te quiero bien, no te quiero entre mis poesías llenas de dudas y llenas de ficción, te quiero escribir cuando tu sonrisa sea autentica y puedas añorar mas de lo que añoras, escribirte cuando puedas sentarte en una banca en una plaza y verte sonreirle a los niños que por ahí juegan a soñar y mientras lo haces,  con un buen libro en algún lugar quedarme en silencio siendo testigo de tu total felicidad y mi eterna agonía. Seras feliz algún día, yo se que si, pero no necesitas de nadie para lograrlo, no necesitas de un poeta, ni un príncipe azul ni de un amor que mañana pueda destruirte; necesitas un amor que te recuerde para que viniste a sonrojarnos a nosotros los hombres, necesitas una bala para la pistola que quiere asesinarme en los instantes mas venideros, y necesitas agregarle algo de aceite a la sonrisa pues se te ha oxidado un poco.

Te quiero bien, no te quiero mal, y como te quiero bien, renuncio a mi abandono para que puedas sonreír y aunque no puedas seré el payaso que al menos se aparezca en tu camino y te recuerde que fuiste feliz y que aun lo puedes ser, te quiero bien pues es lo que necesito para yo quererme bien a mi mismo y a mi eterna locura que en las noches resplandece con tanta lujuria


Comentarios

Entradas populares