Mi silencio ensordecido

 Si hay algo que pueda callar, si existe el momento en que la risa pueda determinar el deseo que fue el mismo que en el pasar del tiempo; mi silencio se ensordeció aquella vez, por no haber tenido la fuerza y el aguante que necesitaba en ese instante, mi nerviosismo así mismo fue, que de estar mirándola a través de una ventana y no poderla atravesar, me dejaría plasmado en las mismas bancas, sin movernos, años después...

Si hay algo que pueda callar, si existe algún lamento de que lo fue y pudo haber sido, quedando en los supuestos, en lo que no se dijo o en lo que se dijo tarde; mi silencio se ensordeció aquella vez, por no haber buscado el sol mientras me encontraba con la luna cada noche, por haber recorrido caminos de flores que pronto se irían a secar, por haber estado en el mismo lugar, que esta noche, mirando fotografías, y pensando, que hubiera sido si, simplemente si...

Si hay algo que pueda callar, si existe alguna sentencia para esto que ya paso, si los tesoros no los reclaman los que lo encuentran, ni menos ser pirata en estos instantes; mi silencio se ensordeció aquella vez, por un beso que nunca llego, por una promesa que al cielo se rompió, y por un destino fatal, que nos recordara que aun éramos niños jugando al amar. Quizás el sentido fue haber amado simplemente, las lecciones quedan congeladas en el cristales que nunca atravesamos y así fue como el tiempo se hubo detenido, entre letras que buscan su cuna y quizás su sepultura, pero...

¿Acaso no nos dijeron que si eres poesía vivirás eternamente?

Si hay algo que pueda callar, si hay algo que mi silencio hizo para enmudecerse así, fue... que estamos vivos en la eternidad de estas letras, como pequeñas estrellas que brillan en el firmamento, como el precioso sentido que se pierde cada vez que amamos con el alma y la valentía. Estamos vivos, el recuerdo se mantiene presente y este amor, esta tatuado en el firmamento, porque solo una vez, una sola vez, el gato se enamora de la luna....