Sentir es algo que nace

Sentir es algo que nace.
Sentir en exceso… es algo que, a veces, me sobrelleva.
Nunca fui un maniquí en la tienda del tiempo,
solo estaba ahí, de pie,
esperando que alguien notara mi silencio.

Sentir es algo que brota.
Sentir de forma abrupta cura el viaje.
Yo estaba allí, vistiendo la ropa que el tiempo quería vender,
pero hoy, estoy de pie,
mirando el cielo por la ventana… con creces.

Sentir es algo que siempre quise sentir.
Mirar hacia afuera era solo una forma de vivir.
Estar allí, pendiente de todos los que pasaban,
me retorcía las ganas de sentir
como ellos sabían hacerlo.
No quería ser solo el maniquí:
quería tener vida, como ellos.

Sentir es algo que nace,
más allá del momento,
más allá de que algo nunca pase.
Estaba allí, quieto, olvidado.
Una lágrima descendía por mis mejillas,
desdibujando la pintura
de un rostro que nunca tuve.
Y fue entonces,
cuando el tiempo me miró…
y decidió ponerme afuera,
fuera de la tienda.

Allí me vi.
Allí me vieron.
Y por fin… sentí.

Sentir es algo que nace.
No todos somos conscientes del viaje.
Pero hoy ya no soy el maniquí en la tienda del tiempo.
Hoy convierto mis leyendas en historia,
para pertenecer al viento.
Hoy simplemente soy.
Y eso… basta.

Comentarios

Entradas populares