Infinita presencia

Su voz en mi voz, sus manos en mis manos, su ausencia en mi mente, y su presencia en mi corazón; nos quedamos clavados en el mismo poste, nos envolvían los mismos recuerdos, la misma esencia, el cálido color de un amor furtivo, de una amnesia que clamaba al sueño, no era la distancia el riesgo, era la agonía de cada noche soñar con el efluente rose de su piel en la mía, la calidez de un beso nunca arrancado de sus labios, el deseo de verla aparecer, la calidez de su alma recostada junto a la mía, parecía el sueño perfecto, la ideología mas potente, pero tan irreal

Podemos creer en la magia, podemos revestirnos de luz y alimentarnos de fe, para ver si suceden los milagros, creer en mas magia que viene del cielo y ver si son convertidos en dichas, y que la distancia de los cuerpos separados logre acercarnos mas, que no nos tengamos que seguir mintiendo, que alguna vez podrían pasar mas años y mas años, y recordar donde queda la calidez de un abrazo, y donde se ha ido el tiempo a conversar con la amargura.

Seguimos siendo niños esperando abrir los regalos de navidad, pero al parecer esta navidad se ha tardado mucho, y cuanto mas se tardaría, si al soñar con un amor verdadero, se van apagando las velas y pronto llegaría la luz del sol, anunciando que la noche se ha acabado

Su voz en mi voz, sus manos en mis manos, su ausencia en mi mente, y su presencia aun mas fuerte en mi corazón, me dicen que no todo ha acabado, el sueño sigue presente, y su amor quedo grabado en mi corazón

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